El Instituto Navarro para la Igualdad presenta el estudio sobre la radiografía social de los cuidados en la Comunidad Foral
Sólo un 13% de los hogares navarros contrata a una persona que ayude a realizar las tareas domésticas o al cuidado de menores y dependientes de la casa. La mayoría, el 87% restante, se arregla con un reparto de responsabilidad desigual entre los y las convivientes.
Esta es una de las conclusiones extraídas del estudio encargado por el Instituto Navarro para la Igualdad / Nafarroako Berdintasunerako Institutua (INAI /NABI) que analiza la práctica, condiciones y relaciones de cuidados en los hogares navarros, y que ha presentado este jueves la directora gerente del organismo, Eva Istúriz, junto con la autora, la investigadora Laura Martínez Jiménez.
Según Martínez Jiménez, los resultados del informe apuntan que, en Navarra, la igualdad en cuanto al aprovisionamiento, mantenimiento, bienestar y cuidado de los hogares y sus integrantes está lejos de conseguirse.
El apunte contrasta con la percepción que las y los navarros tienen sobre la igualdad de género alcanzada en la Comunidad Foral, ya que la mayoría cree que mujeres y hombres gozan de “bastante igualdad”. Un 63% de los hombres y un 57% de las mujeres así lo aseguran. Además, en cuanto a la percepción del tiempo que dedican a los trabajos de cuidados, la inmensa mayoría de mujeres y hombres reconocen que su dedicación a las tareas domésticas y los cuidados directos les parece adecuada.
Sin embargo, la gran mayoría de quienes afirman realizar siempre todas y cada una de las tareas domésticas y de cuidados contempladas en la encuesta son mujeres. Igualmente, la proporción de mujeres que dicen participar la mayor parte de las veces que se realizan las tareas de cuidados es también superior, en términos generales, a la de los hombres, quienes solo se implican más que ellas en las tareas de recoger la mesa y cuidar de dependientes, en este caso tanto dentro como fuera del hogar.
El completo análisis, elaborado por la investigadora Laura Martínez Jiménez, parte de considerar como cuidados las tareas para satisfacer las decesidades de las personas, esto es, la mezcla deseos y necesidades personales traducidas en el bienestar físico, afectivo y emocional de todo ser humano. Los cuidados se prestan a través del trabajo doméstico, los cuidados directos y las tareas planificación, supervisión e identificación de los trabajos que se precisan para realizarlos.
El estudio deja datos como el retrato prototípico de la persona residente en Navarra que se implica en mayor medida y más frecuentemente en los trabajos de cuidados. Se corresponde con el de una mujer mayor de 65 años sin estudios, que convive con su pareja, que está jubilada, desempleada o empleada a tiempo parcial y/o que se integra en hogares con un nivel de ingresos bajo.
Destaca, también, que el citado 13 % de los hogares navarros que cuenta con ayuda externa para la enfocan, por este orden, para la limpieza de la casa y el cuidado y preparación de la ropa —recuérdese que estos trabajos son dos de los más intensa-mente feminizados—, mientras que la responsabilidad que en menor medida externalizan o delegan es el cuidado directo, muy especialmente, a menores.
Recursos de conciliación ofrecidos por el Gobierno de Navarra
En la presentación, la directora gerente del organismo de igualdad ha incidido en que la actual crisis sanitaria, social y económica ha puesto de manifiesto la importancia de los cuidados para el sostenimiento de la vida. “Todas las personas somos cuidadas y cuidamos durante nuestra vida en mayor o menor medida, dependiendo del momento vital en el que nos encontremos”, ha recordado.
Isturiz ha subrayado las medidas que el Ejecutivo ya ha puesto en marcha para favorecer la conciliación y, de esta manera los cuidados, como las ayudas de hasta 420 euros para contratar personas que cuiden menores en el hogar, la reducción de tarifas en las escuelas infantiles de hasta el 75%, ayudas a la conciliación de la vida laboral y familiar de las personas dedicadas al trabajo autónomo, y las subvenciones para conciliar de las familias monomarentales y monoparentales, las ayudas para excedencia de las personas trabajadoras que se acojan a una excedencia para el cuidado de menores o familiares con enfermedad grave, así como las desgravaciones fiscales por la contratación de personas para cuidado de hijos y familiares dependientes con discapacidad. A esto hay que añadir subvenciones a las entidades locales para facilitar medidas de conciliación en sus municipios.
Además, como ha señalado la directora del INAI, “el Gobierno de Navarra ha venido desarrollando distintas estrategias para promover y estructurar desde las instituciones el reparto igualitario del trabajo de estos cuidados. Por ello, se está trabajando en la elaboración de un Pacto Foral de los Cuidados. Hemos creado un grupo de trabajo interdepartamental de conciliación corresponsable que coloque la vida en el centro de las políticas públicas, liderado desde el Instituto Navarro para la Igualdad encargado de marcar una estrategia de cuidados y conformado por el Servicio navarro de Empleo, Derechos sociales, Educación, Administración Local y Desarrollo Económico, entre otros”.
Asimismo, la responsable del INAI ha incidido en el trabajo de sensibilización realizado desde el Ejecutivo con programas como “Dale la vuelta, comparte en igualdad” para implicar a los hombres en los cuidados, “o el programa dirigidos a los hombres, Nosotros / Noski, que ofrece un espacio de reflexión sobre el modelo masculino en este sociedad y sus relaciones con la igualdad”.
Recomendaciones
Por su parte, la autora del estudio, Laura Martínez Jiménez, ha señalado que, pese a que los datos de la última “encuesta navarra” de 2016 indican una mejora en términos de igualdad en el reparto de los trabajos de cuidados en los hogares respecto a 2006 —destacando la mayor implicación de los hombres en los cuidados directos, especialmente a menores— los cuidados todavía están hiperfeminizados. Esto implica que las mujeres navarras disfruten de menos tiempo libre que los hombres, así como que perciban, en mayor proporción que ellos, que la conciliación les implica más esfuerzo y condiciona su carrera o dedicación profesional.
Por ello, el estudio presentado insiste en la necesidad de desfeminizar y desprivatizar los cuidados, así como en la necesidad de seguir avanzando hacia el derecho universal a cuidados dignos. Señala también como muy necesario el impulso de la corresponsabilidad colectiva, entendida como “la responsabilidad que mujeres y hombres, sociedad, empresas, políticas públicas, tienen en cuanto a similares deberes y obligaciones para que la vida sea viable y sostenible desde una perspectiva de equidad y justicia social”. Además, el trabajo también incide en la necesidad de regulación y racionalización de los tiempos laborales para los y las trabajadoras.
Metodología
La autora ha explotado e interpretado desde una perspectiva crítica de género fundamentada en la economía feminista los resultados del Bloque I «Conciliación de la vida laboral, familiar y personal», de la Encuesta Social y de Condiciones de Vida 2016 elaborada por el Instituto de Estadística de Navarra / Nafarroako Estatistika Erakundea (NASTAT), para el que se contó con la participación de 698 hombres y 724 mujeres entrevistados.
De manera complementaria, los resultados de la ESCV 2016 han sido puestos en relación y contrastados con los datos, tanto a nivel estatal como foral, de la Encuesta sobre discapacidades, autonomía personal y situaciones de dependencia de 2008, así como con los del módulo de conciliación entre vida familiar y laboral de la Encuesta de Población Activa (EPA) 2018, ambas elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, se han utilizado otras encuestas y herramientas estadísticas pertinentes, desarrolladas tanto por el NASTAT como por el INE o el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), entre otros organismos.
Este jueves por la tarde se presentará el resultado de este análisis por su autora el auditorio de Civican (Avda. Pío XII, 2- Pamplona), en una sesión dirigida a toda la ciudadanía en horario de 18:00 a 20:00 y también puede seguirse en este enlace.
Laura Martínez Jiménez es doctora en Ciencias Sociales y Máster en Género e Igualdad. Investigadora del Observatorio de Género sobre Economía, Política & Desarrollo GEP&DO y del Grupo de Investigación SEJ507 EcoEcoFem (Economía Ecológica, Feminista y Desarrollo).
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